miércoles, 18 de diciembre de 2024

Lo que te arrebatan

 

No solo te quitan lo material. Eso, puede ser mucho o poco. Lo que se llevan de ti, en unos segundos y si es demasiado traumático, en unos minutos, es la libertad. La sensación de seguridad de salir en tu ciudad. La tranquilidad y el deseo de vivir afuera. Se llevan contigo el plan que tenías para ese momento, los kilómetros que ibas a correr, el trayecto que ibas a recorrer. Se llevan la paz. En cambio, te dejan imágenes de ese instante surreal. Imágenes que van llegando de manera inesperada, como un recordatorio de que aquello sí existió. Te dejan la duda de las otras formas de reaccionar en ese momento y de un sinfín de posibilidades si las cosas hubiesen pasado de otro modo.

Por tu cuerpo recorre sangre llena de rabia. El enojo se apodera de ti y lloras. La impotencia también te acompaña. Piensas en lo frágil que fuiste, en lo pequeña que eras en ese momento. Recuerdas el revólver con el que te apuntaron. Piensas en que no te pasó nada. Intentas, en tu recuerdo, levantar la vista y poder verle la cara al hombre. No lo puedes hacer. No puedes modificar lo que pasó. Piensas en que tal vez él estaba también nervioso. Tendría demasiados problemas en casa para tener que levantarse a las 5 de la mañana y robar.

Piensas en que no logrará mucho con el botín. En cambio, tu tendrás que reponer lo que tenías y te costará mucho más de lo que pensabas. Pero son cosas materiales, dicen los demás cuando les cuentas, eso se recupera. Piensas que tardaste mucho en pagar lo que ya no tienes. Tendrás que empezar de nuevo. Sonríes. Vas a tener cosas nuevas. O no. Tal vez no tengas eso que antes era tuyo. El poder que tenías sobre ti ya no lo tienes. Tendrás que trabajar para recuperar la confianza.

Piensas en las mujeres victimas de violencia sexual. A ti, no te tocaron, no te besaron, no se metieron con tu cuerpo. Te dejaron ir. Tuviste suerte. ¿Cómo se sentirán aquellas que no tuvieron la misma que tú? Aquellos a los que si dispararon. Los que quedaron tirados en medio de la calle, mientras ellos o él se llevaron lo que tenían. El dolor, rabia, impotencia, miedo y la pérdida son inmensurables.  

Piensas en tus hijos que estaban dormidos mientras pasabas por eso. Tal vez no hubieras regresado a casa.

Das gracias, estás viva. Empezarás de nuevo. Sigues adelante.

lunes, 4 de noviembre de 2024

La mujer incierta de Piedad Bonnett

 

La certeza no es la verdad misma sino el modo en que la verdad se acredita como tal, para Descartes es una calidad lógica que hay que determinar [1].

Cuando le pedí a Piedad Bonnet que firmara el libro que apenas sabía que existía, me miró a los ojos y preguntó por mi nombre. En la portada de su autobiografía, escribió “Para Lilo La mujer incierta de corazón”.  Jamás me había sentido tan identificada por una palabra como la de incertidumbre. Por supuesto que esa dedicatoria me llevaría a pensar en lo que esta escritora nos quería contar en los once capítulos distribuidos en 250 páginas.

Mirar hacia adentro es un ejercicio que a menudo hacemos los escritores, necesitamos en cierto modo buscar y hurgar en aquellos espacios de la memoria lo que fue importante o no, lo que marcó cada una de las decisiones que tomamos, incluso si están o no relacionadas con la escritura. Para Bonnet la memoria llega con hechos, sucesos, no con sentimientos y “Escribir es siembre escribir para la muerte”. 

En esta autobiografía Bonnett nos muestra a la mujer incierta. Una niña a la que le avergüenza su cuerpo, una adolescente con dependencia del deseo del amor, una hija a la que toca esforzarse para hacer las cosas como los demás esperan. Una estudiante universitaria que trasgrede las imposiciones, una mujer con una maternidad y un matrimonio inesperados, una profesora empeñada en la preparación exhaustiva de sus clases, una escritora reconciliada con la poesía que se pregunta “¿Qué es triunfar en la escritura?” una madre que pierde a un hijo. Una mujer incierta.




[1] De Reyna, A. W. (1951). La certeza en Descartes. Revista de Filosofía10(36), 165.

domingo, 20 de octubre de 2024

Nada es verdad de Veronica Raimo y el temor a la verdad

 “Dicen que cuando en una familia nace un escritor esa familia está acabada.

En realidad, la familia saldrá adelante…quien acabará mal parado será el escritor en su desesperado intento de matar a madres, padres y hermanos sólo para volvérselos a encontrar inexorablemente vivos”

Veronica Raimo, Nada es verdad.

 

En esta novela se encontrarán con la historia de una escritora con algunos sobresaltos en su vida que lleva al lector a cuestionarse sobre aquello que creemos imprescindible. La verdad.

Veronica es la narradora de la novela y es también su protagonista. La familia es la línea que traza para contarnos cómo va construyendo su personalidad. Existe una madre, un padre y un hermano. Y aunque la historia se desarrolla en torno a lo que sucede en la familia, podemos encontrar a una niña que desde temprana edad decide mentir y escapar de casa. Encuentra en los libros un espacio y un lugar para vivir. Los libros se convierten en un refugio en su infancia y luego la llevaran a ser una escritora.

A medida que crece, identificamos una constante inclinación de Verónica por la despedida, el duelo de amores imposibles y la libertad como mujer de vivirlo. Cada hecho y decisión tomada es una constante verificación de lo que se es y también de lo que se quiere. Veronica es una mujer que tiene su propia imagen, que se encuentra en la búsqueda de la identidad y es consciente de la imagen que tienen los otros de ella y no se molesta en hacerlos cambiar de decisión, ella acepta que le teme más a la verdad que a la muerte. Existe en ella una necesidad de mentir para argumentar su vida y justificarla.




 

lunes, 30 de septiembre de 2024

Carcoma de Layla Martínez: el terror de la historia familiar

 

¿Alguna vez han sentido que un lugar está dentro de ustedes o que no se pueden desprender de el por más que quieran?

Imagínense entonces estar toda la vida en una casa con una persona que no entiendes y no poder salir de allí. Estar mas o menos en una cárcel de puertas abiertas, de la que puedas salir y entrar cuando quieras, pero por más que intentes alejarte siempre regresas y sabes que tu destino es quedarte allí adentro, como tantos otros. Te quedas porque existe una fuerza que hala y de la cual no vas a poder alejarte, porque la casa misma es una trampa. Hasta que aceptas tu destino, porque no puedes hacer nada más, porque todo tiene un precio y siempre hay que pagarlo.

Esto pasa en Carcoma. Una novela de terror escrita por Layla Martínez y publicada en 2021. Tiene diez capítulos en los que se alterna la narración en primera persona de la abuela y la nieta. Cada una con su propia voz nos van contando la interacción que tienen con la casa que habitan, una casa que, aunque no tiene una voz como estas dos mujeres es el personaje principal. A través de ellas vamos entendiendo la forma de actuar y lo que las precede. Nos hablan desde lo que han pagado, la carga que llevan como mujeres en un pueblo aislado de España en el que permanece la violencia y hay un marcado clasismo.

Un hecho principal rodea toda la narración, pero no se descubre sino hasta el final. La vieja se encarga de mostrarnos el pasado, habla de su padre y madre, de la construcción de la casa y de aquello que tienen que pagar. De la posibilidad de ver las sombras, las almas y de su dialogo con los santitos. La chica en cambio habla del futuro y en lo que ha sucedido en un presente casi inmediato.

En esta novela, la autora tiene la capacidad de mostrar lo sobrenatural, los espíritus, las sombras, las almas y los santos de una manera tal que se van convirtiendo en parte de nosotros, así como hacen parte de la casa, son la casa misma. Nos reconocemos allí. Nos vemos a nosotros y a nuestras familias y es así como el terror se convierte en una historia que conocemos de primera mano: la historia familiar.





domingo, 15 de septiembre de 2024

El nombre del mundo es bosque de Ursula K. Le Guin

 

¿Alguna vez se han preguntado si los sueños que tienen en las noches cuando duermen, son reales? Si ese mundo que a veces se les aparece loco, raro y fuera de las normas convencionales de esta vida, ¿también existe?

Ursula K. Le Guin publicó por primera vez en 1972 El nombre del mundo es bosque, una novela corta de ciencia ficción, en donde crea un mundo distópico en el que un planeta llamado Athshe es colonizado por militares procedentes de la tierra. El objetivo principal de esta colonia de hombres que una vez instalados investigan las condiciones del planeta, es la tala de árboles del bosque. Sin embargo, Athshe no es un planeta deshabitado, la vida generada a partir de lo árboles sirve de hogar a los athshianos o crichis como los llaman los hombres.

La novela está narrada en tercera persona y tiene ocho capítulos. Lo primero que cuenta el narrador, es un capitán llamado Davison y su vida en un campamento. Esa primera mirada nos muestra la posición que tienen los hombres en aquel planeta, la soberbia y la sensación de sentirse dueños de todo es evidente. Así pues, no se hace extraño la construcción de casas y la creación de aldeas o campamentos a través del uso de “Mano de obra voluntaria” con los habitantes de Atshe. La autora nos ubica en esa realidad que no parece tan extraña para el lector. No se puede esperar nada menos del hombre.

Sin embargo, aparece un crichi o un athshiano: Selver, el soñador. El nos conecta con lo esencial y en seguida, comprendemos la otra visión. La de los sometidos. La de quienes se les arranca todo de una sola mano, como si nada mas importara. Selver se convertirá en el protagonista, en aquel viajero que comprende las reglas del tiempo-sueño y el tiempo-mundo. Le arrebataron a su mujer pero le dieron los conocimientos para entender la forma en el que actuaban los hombres. Encontró a un amigo.

Davison y Selver liderarán una batalla. Cada uno con el poder que se les ha concedido. No se trata del bien o del mal. Se trata de lo esencial, de lo que nos mueve. Para los humanos es el poder, para los crichis la capacidad de soñar. Para los athshianos los sueños hacen parte de la vida, son reales.

El nombre del mundo es bosque no es solo ciencia ficción, muestra lo que somos, lo que no se ve, pero es evidente. Va más allá del ser humano, pero se concentra en la humanidad, en el sentido más profundo de lo que ello significa. Es una ventana para vernos como seres que pertenecemos a un mundo y las reglas que nos rigen.




domingo, 18 de agosto de 2024

En agosto nos vemos de Gabriel García Márquez

 

Ana Magdalena Bach es la protagonista de esta novela. Una mujer cercana a los cincuenta que todos los años, para el 16 de agosto, visita la tumba de su madre en una isla del caribe. Su visita se ha convertido en un ritual y a pesar de la rutina destinada a cada una de las actividades realizadas en ese viaje, se sigue preguntando ¿por qué su madre escogió esa isla para que su cuerpo descansara allí?

En agosto nos vemos es una novela corta que tiene seis partes, está narrada en tercera persona y el foco está centrado principalmente en Ana Magdalena. Lo primero que se conoció de esta novela fue la lectura de un cuento, titulado con el mismo nombre, que realizó Gabriel García Márquez en 1999 y que corresponde a uno de los capítulos que esta en la obra publicada en 2024.

Ana Magdalena está casada con un músico y tiene dos hijos. Experimenta varias transformaciones a partir de una visita que hizo a la isla. En su cabeza, el mundo y la vida se empiezan a enredar y ella va tomando una a una decisiones que la convierten en una mujer mucho más activa y fuerte de lo que ya es. Se redescubre como mujer, madre, esposa e hija.

Varios años pasan en la vida de esta mujer que la llevan a encontrar la razón de su madre y la relación con la isla. El editor de la novela escribe que cuando empezó a trabajar con el autor, a pesar de las varias versiones sobre el estado de la novela, descubrió que tenía un final y vaya que final el que tiene.

Volver a leer a García Márquez se siente como volver a casa. Reencontrarme con aquellos paisajes que hicieron parte de mi vida y que me han hecho lo que soy. Tal vez esta sea la oportunidad para decirles a ustedes, mis lectores, que cada una de las obras del autor han hecho mella en mi y hacen parte también de mi historia. La Hojarasca fue la primera que leí y sigo estando de acuerdo con la decisión del médico francés odiado por el pueblo. Vivir para contarla fue la obra que me trajo de nuevo a estos caminos de la lectura y escritura, caminos de los que no quiero separarme nunca. Leí El amor en los tiempos del cólera con un amor febril por Andrés y lo amé más de lo que Florentino Ariza amó a Fermina Daza. Encontré en las palabras escritas por García Márquez el mayor deseo de un escritor, convertir aquel mundo del que venimos y que tenemos en la cabeza y en la piel, en algo que todo el mundo comprenda y se sienta parte de él, como si todos nos hubiésemos criado en una casa grande con un palo de mango en el patio. Así se siente.

De manera que esta novela es, a mi modo de ver y sentir, un regalo valioso que el autor dejó. La posibilidad de volver a tener cerca el mundo que aun existe en la memoria y que no se va a desprender nunca.  




domingo, 11 de agosto de 2024

La ciudad y sus muros inciertos de Haruki Murakami: 44 años después

 La reciente novela de Haruki Murakami publicada por Tusquets en la colección andanzas es una novela que cumple con lo pendiente en la vida de un hombre.

Como bien lo dice el propio autor, se trata de una historia que se escribió (o por lo menos su idea se concibió en 1980) y que solo hasta 44 años después ha llegado a nosotros los lectores en esta novela. ¿Qué cambió en estas cuatro décadas? ¿Qué puede llevar a un enamorado del oficio de la escritura a volver sobre un texto luego de tantos años? El propio Murakami nos lo dirá. Por lo pronto les contaré sobre lo que encontré en estas 560 páginas (en su traducción al español) divididas en tres partes.

La novela está contada en primera persona por el protagonista. Desde el lugar que narra podemos entender que se trata de un hombre maduro con algo más de cuarenta años. Nos cuenta de una manera pausada, lo que vivió desde los 17 años a partir de conocer a una chicha de 16. En una narración en orden cronológico, nos lleva desde esa vida adolescente en el instituto, su paso por la universidad, el ingreso a la vida laboral y una rutina de empleado que él mismo se ha impuesto.

La ciudad y sus muros inciertos tiene varios aspectos que valen la pena pensar. La existencia de una ciudad rodeada por una muralla. Una ciudad que existe en la imaginación de este hombre basado en lo que la chica de 17 años le cuenta. Mientras se conocen, los dos adolescentes crean las propias reglas y las condiciones en las que viven las personas de aquella ciudad. La relación entre los dos adolescentes llega a ser tan fuerte y trascendental para él y cuando ella desaparece de su vida, el no encuentra otra manera de volver a verla que ir a la ciudad amurallada.

Una ciudad irreal donde los residentes no tienen sombra y donde no existe el tiempo. Las personas se desprenden de su sombra al entrar. Los relojes no tienen manecillas recordando que solo el presente existe. Nadie puede salir de esta ciudad creada en la imaginación y donde el tiempo parece no importar. ¿Se puede vivir sin sombra? ¿Somos conscientes de ella? ¿Qué pasa si no importa el ayer ni el mañana?

Este hombre que busca a la chica de alguna manera regresa al mundo como lo conocemos. Un mundo al parecer común y corriente pero que encierra una disyuntiva entre lo real y lo irreal. Encuentra un sentido a lo que está haciendo y durante muchas páginas no volvemos a saber de la ciudad ni de la chica. Mientras nos adentramos entre lo racional encontramos una referencia literaria digna de mencionar aquí: Gabriel García Márquez con El amor en los tiempos del cólera, le muestra al hombre que existe un mundo en el que coexisten lo real y lo irreal. Allí lo aceptamos y cualquier premisa puede ser plausible y verosímil.

Es en esta forma de narrar que Murakami me enamora. El autor lleva al lector por caminos que de entrada no entendemos la razón de andarlos, pero una vez lo hacemos no se puede deshacer. Ha valido toda la pena, así como leer esta preciosa novela. 

 

 



lunes, 15 de julio de 2024

Suicidas y otros cuentos sobre el suicidio de Guy de Maupassant traducido por Pablo Cuartas

 

Prolongar la vida o justificar su lucha ¿Qué necesidad?

Cuando Pablo Cuartas decidió traducir los cuentos del libro publicado por Yarumo Libros, Suicidas y otros cuentos sobre el suicidio, lo hizo porque estaba buscando respuestas. Surgen muchos interrogantes alrededor de la muerte decidida, pues está dentro de la naturaleza del hombre, la supervivencia. ¿Quién asegura que esto, lo que vivimos en el aquí y en el ahora o lo que ya caminamos va a ser peor o mejor que lo que viene después de la muerte? El instinto de supervivencia o la propia naturaleza de los hombres provoca que consideremos que permanecer aquí es el camino correcto, hacemos cuanto podemos por prolongar la vida. Sin embargo, no lo ven así todos aquellos que toman la decisión de finalizar con ella.

El escritor francés, Guy de Maupassant con un estilo realista y gran capacidad para retratar la vida cotidiana y las emociones humanas muestra en estos siete cuentos escritos entre 1882 y 1889, las formas o motivos por los que una persona llega al punto de no continuar justificando su vida.

Pablo Cuartas tradujo estos cuentos buscando tal vez un entendimiento del fenómeno “compensando con las posibilidades del texto, las imposibilidades de la vida” y se encontró con una empresa que se encarga de matar limpia y dulcemente a la gente que desea morir,  con el infortunio de un hombre y la crueldad de su familia que lo conduce por el camino de su propio abandono, con la nostalgia generada por la muerte después de entrar a una casa, con las preguntas existenciales que se plantea un hombre que ha hecho lo mismo durante cuarenta años, con la desdicha que deja un amor inconmensurable y la irremediable traición, con aquel valiente lleno de fuerza e ímpetu que se enfrenta a sus propios pensamientos y estos lo hacen tambalear y finalmente, con un hombre que al envejecer reconoce la horrible miseria de las cosas y lo invade una negra melancolía.   

No sé si encontramos las respuestas a los interrogantes que deja la decisión de la muerte, tampoco si logramos entenderla, pero estos cuentos merecen ser leídos para ver la fuerza de quienes ya no tienen fuerza. 




jueves, 11 de julio de 2024

El lenguaje poético le gana al terror en Las indignas de Agustina Bazterrica

 

Las indignas es una novela de ficción distópica que narra lo que ocurre en la Casa de la Hermandad Sagrada en una época postapocalíptica. Escrita por la argentina Agustina Bazterrica autora de Cadáver Exquisito.

La novela está ambientada en el mundo después de catástrofes naturales, la escasez del agua y un apagón que llevó a la humanidad a matar para sobrevivir. A la Casa de la Hermandad Sagrada llegan mujeres errantes huyendo de ese mundo y lo que se encuentran puede que no sea lo que ellos consideran. Un lugar religioso lleno de amor y comprensión.

Existe un Él, una Hermana Superior, unas Iluminadas, unas Diáfanas de espíritu, Auras Plenas, unas siervas y las indignas. Una de ellas es la narradora. El lenguaje poético que emplea transforma los días horribles en lluvia de sensaciones.

“Estas palabras contienen mi pulso. Mi respiración”.

Hay una dosis constante de crueldad en la casa que llegamos a normalizarla y pensar, así como lo consideran ellas, que lo peor sucede afuera. Estas mujeres prefieren estar allí, dando ofrendas con sus cuerpos, con el dolor y la sangre que sale de ellos, se mutilan y se sacrifican para ser elegidas como iluminadas por dos seres que hasta el final comprendemos su propósito y que utilizan la fe como herramienta de adoctrinamiento.

“Sin fe, no hay amparo”.

Hay varias líneas narrativas que se van descubriendo con la lectura. Hay una evolución en la memoria, en la escritura y en el mundo que se abre para una de las indignas. Su pasado se devela a la misma velocidad en la que escribe. La narración en primera persona y en forma de diario brinda al lector la sensación de estar al borde del abismo. La expectativa de lo que ella nos contará la próxima vez que escriba hace que no nos separemos del libro.

“Intento capturar ese presente, ese ahora, que se difumina con cada palabra trazada, con este lenguaje insuficiente”.

El presente se vuelve novedoso con la aparición de una errante. Entonces, se encuentra el pasado y el presente y nace en la narradora una expectativa en el futuro. Cuando esto ocurre, las Iluminadas, las Diáfanas de Espíritu y todas las atrocidades que ocurren en la Casa de la Hermandad Sagrada pasan a estar en un segundo plano.

“En mis pulmones anidaba su desaparición gradual de este mundo. Podía oler el deterioro y la soledad”.

Cuando todo ha sido destruido y adentro todos son enemigos, nos preguntamos ¿Qué es en realidad lo que nos mueve? ¿El amor, la verdad o simplemente la naturaleza de sobrevivir?



martes, 9 de julio de 2024

Anna Starobinets: La glándula del Ícaro y Tienes que mirar. Cuando la ficción y la no ficción están más cerca de lo que parece.

 

Anna Starobinets es una mujer capaz de crear un mundo aparentemente distópico para mostrarnos que no estamos tan lejos de la realidad, que incluso en las circunstancias catastróficas hay algo que nos mueve, una transformación que se siembra como una semilla y no para de crecer. Una metamorfosis.

Tienes que mirar es una obra de no ficción, dolorosa de principio a fin. La voz de una madre que busca desesperadamente respuestas, información o simplemente comprensión en un sistema de salud que en pleno 2012, lleva consigo una carga histórica en la que, a las mujeres, en secreto, nos siguen culpando por lo que sucede con nuestra maternidad, gestación y fecundidad. Nos culpan por lo que sucede en nuestro cuerpo.  Nos ignoran aún si gritamos de dolor, nos llenan de palabras que no sirven para nada y ni siquiera somos dignas de una mirada de conmiseración.

Por su parte, La Glándula del Ícaro es un libro de cuentos de ciencia ficción. Un mundo lleno de suposiciones en los que cada historia refleja el deseo de la humanidad por la perfección, por el avance tecnológico, por la eternidad, una búsqueda que ha estado siempre en los humanos como una gangrena que va consumiendo poco a poco y deja un hedor para no ser olvidado. Una sed de poder, el deseo de tener más, de ir más adelante. Anna Starobinets nos muestra cómo a pesar de ese deseo, hay algo dentro de esta especie que quiere conquistar todo, que aún nos queda un poco de humanidad, algo bueno, algo que realmente vale la pena.

Hay en este mundo de horror, hombres y mujeres desesperadas por conseguir lo deseado (pareja, éxito, eternidad, vida, tiempo, descanso) que se someten a sistemas absurdos y se convencen de estar haciendo lo que se debe para lograrlo. En este libro, hay siete cuentos y están distribuidos de una manera estratégica en la que a medida que leemos nos vamos sumergiendo en ese mundo. Lo entendemos a la perfección y justo cuando llegamos al último nos encontramos con una revelación.

En Spoki una mujer asume la crianza de su hija y cree hacer lo mejor que puede, intenta educar con amor, dar ejemplo, atender a su hija, que sea una buena persona para la sociedad y en ese camino se enfrenta a problemas no muy alejados de nuestra realidad: una pareja que la abandonó, una hija que reclama atención, las mamás del colegio que son un poco brujas, los recordatorios mentales de qué hacer y qué no hacer con la educación de su hija, el trabajo que le exige ser exitosa. En esa vida un poco caótica, toma la decisión de darle una Tablet a su hija. La solución perfecta y allí todo empeora. 

Estamos tan cerca de todo esto, que ya no sé si Spoki es un cuento de ciencia ficción o es la realidad que nos respira en la espalda. Hay que leer a Anna, escuchar lo que nos tiene por decir, encontrarnos en esos relatos, vernos con otros ojos. Mirarnos y entender que aún somos humanos. 




lunes, 1 de julio de 2024

Te di ojos y miraste las tinieblas de Irene Solá

 

¿Qué forma tiene el demonio?  ¿Es un perro negro que muestra sus colmillos llenos de saliva y tiene los ojos rojizos? ¿Es un hombre sin cabeza que lleva un cigarro en la mano y tiene patas de cabra? ¿es una serpiente con varias cabezas?  ¿Qué se le pide y qué se da a cambio? ¿Qué hace una mujer cuando obtiene lo que quiere y no lo quiere perder?

Te di ojos y miraste las tinieblas es una novela que cuenta la historia de las mujeres de una familia que arrastran consigo el castigo impuesto a todas las generaciones. Narrada en el plano de una reunión familiar en la cocina de la masía Clavell ubicada en algún lugar de las Guillerías, en capítulos que van desde la madrugada hasta la noche de un mismo día, la autora lleva al lector al tiempo más remoto en el que sucedió todo y con una genialidad logra que, sin perdernos, podamos ubicar los hechos e ir armando en forma de una colcha, todo lo que sucede con Joana, Bernadeta, Margarida, Blanca, Elisabet, Dolça y Angela.

La historia de las mujeres se centra en lo que ocurrió en la masía, en los hombres que fueron por un momento parte de su historia y que luego se marcharon. En lo que le faltaba a cada una de ellas y en lo que tenían demás. En la fuerza en la que asumen la vida y esperan la muerte. En el coraje de enfrentarse con el destino y no hacer de el mas que un niño vulnerable. La forma de asumir la naturaleza de cada una de ellas con una resignación ceremonial que no cabe duda de que fueron creadas para ello.

Te di ojos y miraste las tinieblas es una novela con una riqueza cultural amplia, la autora usa la tradición oral para darnos una muestra de todo lo que podemos llevar adentro, mostrar lo que nos hace imprescindibles y al final de lo que nos construye como universos. La fuerza que trasciende.




jueves, 20 de junio de 2024

El rastro de Margot Glantz y las maneras en las que la música alimenta esta herida que es la vida

 

El corazón, la sangre, la circulación. El piano, el chelo, Mozart. El cuerpo sin vida, el velorio, el moho. La casa de antes, las conversaciones perdidas, el pésame. El bigote ralo, la moda, los dientes postizos. El tequila, el cigarrillo y las largas lecturas. Los mariachis, los castrati, Bach. La vida es una herida absurda y roja.



domingo, 26 de mayo de 2024

Héroes de Mardon Arismendi Angulo y cómo los cuentos nos revuelcan

Después de las lecturas que hice de escritoras latinoamericanas y el paseo fugaz que tuve con dos novelas japonesas, volví a Latinoamérica. Han pasado varios años desde que el gran fenómeno de la migración de ciudadanos venezolanos nos ha llevado a los que vivimos en países vecinos a conocer y reconocer la riqueza de ese país que prometió una libertad.

Justo en esa libertad prometida encontré a Héroes. Un libro de cuentos que ganó en 2011 el premio XVIII Bienal José Antonio Ramos Sucre mención cuento y que fue escrito por Mardon Arismendi Angulo, nacido en El Tesoro Barinas-Venezuela.

Suelo leer los libros de cuentos o antologías durante mucho tiempo para darle a cada historia una oportunidad de ser independiente, de ser ellos mismos. Sin embargo, con Héroes mi experiencia de lectura fue distinta. En los ocho cuentos, existen múltiples universos, momentos, escenas y vidas tan nuestras que es imposible no reconocerse allí. La muerte y el amor son temas que cruzan cada una de las historias.

Curiosamente no hay un cuento que lleve el título del libro, tendría que preguntarle al autor ¿Quiénes son los Héroes? Por su puesto, tengo mi propia hipótesis. Los personajes tienen una riqueza absoluta desde su creación hasta sus acciones. Algunos de ellos son espeluznantes, enfermos mentales, enamorados, violentos, pasivos, victimas, sometidos, resilientes y solitarios. Todos tragados por la injusticia de países como en el que vivimos, resonados por la violencia de crecer y hacerse en mundos crueles y difíciles y, aun así, personajes que mantienen una esperanza, manejados por fuerzas que van más allá del entendimiento y que los lleva a convertirse en Héroes.

Encuentro una búsqueda de formas y de composición narrativa que lleva al lector a querer más cuando se termina cada uno de los cuentos. Una búsqueda que además está muy bien lograda, mostrando cómo evoluciona un escritor con el tiempo, sintiendo que los cuentos fueron escritos en el mismo orden en el que están dispuestos en el libro, el cual se lee como una unidad y en el que existe una conexión entre cada relato que nos hace pensar como lectores en la forma de poder vincular a sus personajes y lugares como el Tesoro, donde se forman los personajes y los convierten en lo que son. 

Leer se ha convertido en un ejercicio de placer y de formación como escritora y aunque lo que aquí les comparto siempre ha generado en mi una inmensa felicidad, saben que uno de los criterios para decirles que lean cada libro, es que cuando yo lo hago, la necesidad apremiante de escribir me revuelca y esta ilusión de algún día llegar a escribir cosas tan maravillosas como las que encontré en este libro, me llevan a decirle gracias. Gracias por escribir esto. Ojalá Héroes pueda volver a editarse y estar disponible a la venta en Colombia y en otros lugares del mundo. La gente necesita leer esto. 





domingo, 5 de mayo de 2024

El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor de Hiromi Kawakami

 

No suelo leer historias de amor. Ya saben que ese tema es algo esquivo para mí y leer una obra en la que este sentimiento sea el protagonista desde la primera hasta la última palabra no es lo que quisiera de un libro. Las historias de amor confunden e incluso nos llevan a pensar en las posibilidades, en la esperanza de un futuro. Pero justo hoy, necesito vivir el ahora, pues descubrí que la realidad de una soledad que me acompaña desde siempre, no se va a ir por más que insista. Supongo que puedo vivir con eso. Así que, como todo lo contradictoria que soy, leí esta historia de amor.

Al principio creí, que encontraría drama. Tengo esta falsa creencia de que el amor trae consigo sufrimiento y las relaciones de pareja aún más. Lo sé, debo trabajar en ello. Mi terapeuta tiene un gran trabajo conmigo. A pesar de esto, no fue así. El cielo es azul, la tierra blanca es una dulce melodía de lo que significa la paciencia, el silencio, la convicción y la soledad. Tsukiko Omachi es la protagonista y narradora de esta apacible novela. Ella, una joven soltera que lleva una vida tranquila se encuentra con el profesor Harutsuna Matsumoto al que le dice “maestro” un día que va a un bar. Él fue su profesor de Japonés en el Instituto y no lo había visto nunca más hasta ahora. A partir de ese encuentro, establecen una amistad en la que se ven por coincidencia y se limitan a acompañarse en las noches bebiendo sake y cerveza.

Hay muchos días de lluvia, días de otoño y días de viaje en esta novela. Caminatas por el mercado, por islas, montañas y visitas a restaurantes en los que siempre bebían sake y cerveza. Tsukiko nos va narrando la forma en cómo toma esos encuentros y nunca pierde el foco. No hace una declaración de amor temprana. Cuestiona su personalidad, no porque dude de ella, es porque de alguna manera va en sentido contrario a lo que espera la sociedad de una mujer como ella. Es valiente para decidir que no depende de otros, que prefiere su soledad. Se incomoda con los estándares que debería tener una “señorita” y los desafía. Pero su relación con el maestro se cala tanto en ella y lo acepta. Reconoce su realidad cuando dice: “¿Estoy soñando, maestro? Yo no quiero despertarme” y él, con toda la tranquilidad de un hombre mayor le dice, “pero si es un sueño, tarde o temprano te despertarás”. Un duro golpe de llevarte a la realidad.

Hace unas semanas un amigo me recriminó por leer novelas de este tipo. Los libros te buscan y en una especie de destino están en el momento en el que los necesites, le dije. Esta novela es tan profunda que no dudo en que, a ustedes, mis lectores, les encantará encontrarse con esta historia de amor. Merecemos amor, así sea en los libros.



miércoles, 3 de abril de 2024

Una mujer corre de Bibiana Ricciardi

Hablar de correr y de novelas al mismo tiempo es el conjunto de todo lo bueno que hay en la vida o por lo menos, de las cosas que me dan placer. Desde que vi esta novela en las promociones de la librería sentí que debía leerla. La portada por supuesto no podía ser más sugestiva así como lo es el título. ¿Qué se puede pensar cuando se lee "Una mujer corre"? ¿Qué piensa una mujer cuando corre? ¿por qué corre una mujer? aclarando que, correr acá no es huir o escapar. Correr es el acto de ir tan rápidamente que entre un paso y el siguiente los pies quedan en el aire. Otras preguntas también se plantearon y quedaron en el aire antes de leer. 

Me encontré entonces con lo mismo que vivo todos los días a las 5 de la mañana cuando, al levantarme, me pongo unos tenis y salgo a correr cerca de mi casa. Es un ejercicio de disciplina y autoconocimiento extremo. Una vez el cuerpo se adecua a andar a cierta velocidad, el ruido que te molesta no es el jadeo de la respiración, son los pensamientos que flotan y rompen con la aparente tranquilidad. Ese ruido se va haciendo claro y te encuentras con los pensamientos reales, los que te atormentan, los que están allí y te roban una sonrisa en el silencio o los que vuelven y abren zanjas que creíamos cerradas.  

Bibiana Ricciardi es una corredora y ha experimentado la incomodidad del silencio de los pensamientos y en esta novela muestra la vida de Antonia  mientras hace una carrera matutina. Su vida familiar, de pareja, laboral y como madre. Las incógnitas que le genera su padre que está en la cárcel por delitos de los que tiene certeza, ella misma es el producto de uno de ellos, pero sabe que no puede hacer nada la respecto. Antonia como personaje toma fuerza mientras el narrador nos muestra los pensamientos y los pasos mientras ella corre.

Una mujer corre no se trata solo de correr, pero se trata esencialmente de las carreras que trae la vida, las que decidimos correr y las que no, de la intensidad con la que corremos, de los pensamientos que llegan mientras avanzamos y de la música que ambienta cada km. 

Cualquier mujer que lea esta novela dirá, soy una mujer que corre incluso si no lo hace.



domingo, 21 de enero de 2024

Descubriendo a escritoras latinoamericanas mientras me enamoro de un librero.

 

A principios de diciembre del 2023 trataba de distraerme de la cantidad de trabajo en las redes sociales. Instagram es una de las que más me gusta, tal vez porque allí todo es perfecto y si no es perfecto, se disfraza de una serie de consejos y post que sirven como “vitamina para el alma” para continuar con la vida. Estando en esas, di clic en la opción de SI, cuando alguien preguntó si quería entrar a un club de lectura. Por supuesto que me interesan los clubes de lectura, pero no tenía tiempo para reunirme con otras personas. Escasamente tenía tiempo para leer un poquito allí y un poquito acá. Lo cierto es que, en ese club de lectura, el organizador compraba los libros y te los hacía llegar. Yo dije que si a todo, sin pensar.

A mis manos llegó Maldeniña, una novela de Lorena Salazar Masso, a quien no había leído, pero de la cuál por supuesto sí había escuchado. Entonces entré a esta aventura. Me tomó la tarde de un sábado leerla completa. La experiencia fue maravillosa. Estuve en la sesión del club de lectura y me quedaron algunas incógnitas y pude hablar con otros sobre esta historia.

Unos días después, luego de una reunión de trabajo pasé por la Librería Central, estuve dando vueltas entre los estantes y no encontraba nada. Ese es el vacío que te deja la lectura de un gran libro. El duelo de haber culminado la lectura y saber que ya no hay nada más. Estuve a punto de irme cuando un señor se me acercó y me preguntó si buscaba algo en especial, le dije que no, pero que si podía recomendarme algo se lo agradecería. Me dijo que esperara y trajo a un joven moreno, librero, al que no pude verlo a los ojos, por esa extraña timidez que se ha apoderado de mi en temas románticos. Le dije el libro que había acabo de leer y me dijo, te tengo a alguien. Primero me pasó Cometierra me dijo de qué iba y que su autora, Dolores Reyes, es una feminista madre de 7 hijos que escribió la novela en las madrugadas. No sé si esto último sea cierto, pero me reconocí en ella al saber lo difícil que es sacar tiempo para sentarte a escribir mientras los hijos juegan a tu alrededor y te piden. Para lo que sea que sea. Le dije que sí, me lo llevo.

Luego me pasó Temporada de Huracanes, es de una escritura mexicana y …, solo podía concentrarme en sus ojos mirando el libro mientras me contaba que su lectura había sido magnifica y que valdría la pena leerla. Esta bien. Le respondí. No tenía ni una sola pregunta que hacerle sobre el libro, hubiese querido preguntarle ¿cómo te llamas? O ¿me das tu número? Pero no, la timidez hizo de las suyas. Le debí parecer la persona menos interesante de su vida.

Creí que con estos dos libros ya era suficiente, pero él parecía emocionado y continúo. Pasó a mis manos Huaco Retrato. Es una novela que no solo trata de las excavaciones que se hicieron en el Perú, me dijo. En ese punto yo ya estaba enamorada de él y solo le volví a decir que sí.

Salí de la librería emocionada. Me puse una tarea: leerlas y hablar de ellas en conjunto. Una escritora argentina, una mexicana y una peruana. A la colombiana ya la tenía. Mujeres escritoras a las que ya admiro y a las que seguiré leyendo porque cada una con su voz me partió en dos. Y esto, no es una reseña, es una forma de contarles lo que encontré e invitarlos a leerlas. No hay otra forma que ir a comprar el libro y ojalá se puedan enamorar del librero que los/las/les atienda.

Maldeniña de Lorena Salazar Masso, Colombia. Isa es una niña que vive con su padre. Son dueños de un hotel ubicado en un pueblo pequeño que puede estar en cualquier parte de Colombia y que es atravesado por una carretera. Isa ama a su papá y sufre su ausencia. A sus pocos años teje una vida alrededor del hotel y de personajes icónicos del pueblo. El cantinero, el vendedor de tintos, la señora del aseo del colegio, la mujer que mata pollos y la “loca” del pueblo. Isa tiene Maldeniña. Sufre de soledad y de muchas ausencias. Añora el cariño y atención de su padre y crea estrategias para que permanezca a su lado. Es una novela conmovedora, profundamente triste con unas imágenes potentes.

Cometierra de Dolores Reyes, Argentina. Esta la muerte de la mamá y el llanto de su ausencia. Queda María y el Walter, su hermano. María come tierra y al hacerlo puede ver imágenes de los últimos momentos de la vida de quien ha fallecido. En su barrio, la buscan para encontrar a personas desaparecidas y en ese paso experimenta el sufrimiento y la tragedia que rodean las historias de las personas fallecidas. A María también la rodea la tragedia y la autora a través de la perspectiva de la protagonista nos muestra temas como la pérdida, la violencia de género, la injusticia social y la búsqueda de la verdad.  

Temporada de huracanes de Fernanda Melchor, México. El cuerpo brutalmente asesinado de una “bruja” es encontrado en pequeño pueblo en México. En cada parte de la novela, varios personajes, desde su propia perspectiva cuenta los eventos que llevaron a la muerte de la bruja. Y en esas perspectivas se cuenta la historia de un pueblo de México marcado por el calor, la pobreza, el consumo de drogas, el sexo, la violencia y la muerte. Es una novela intensa, hay que estar preparado para leerla, es exigente y es atrapante.

Huaco retrato de Gabriela Wiener, Perú. Si me preguntaran de qué se trata esta novela, podría citar a la misma autora y decir de “cuánto desamor podemos dar mientras creemos estar amando”. Hay dos líneas narrativas en Huaco retrato. La primera, la de la escritora que investiga sobre la historia de su familia, en especial la del europeo que fue a saquear tumbas al Perú y que en su misión dejó a una mujer embarazada y a partir de allí creció la familia. La segunda, la de la escritora que en medio de esa búsqueda debe vivir el duelo de la muerte de su padre, el descubrimiento de la otra realidad que vivía él a través de una segunda familia y las consecuencias de las decisiones que toma en su vida poliamorosa. Hay un humor en esta novela tan exquisito que te lleva a reírse junto con la protagonista de sus propias desgracias.

Es fantástico leer voces poderosas y diferentes entre sí. Escritora con realidades y visiones de mundos caóticos en los que la muerte, el amor, la familia, la inocencia, la libertad, la violencia, todo nos lleva a amarlas.



 

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