jueves, 11 de julio de 2024

El lenguaje poético le gana al terror en Las indignas de Agustina Bazterrica

 

Las indignas es una novela de ficción distópica que narra lo que ocurre en la Casa de la Hermandad Sagrada en una época postapocalíptica. Escrita por la argentina Agustina Bazterrica autora de Cadáver Exquisito.

La novela está ambientada en el mundo después de catástrofes naturales, la escasez del agua y un apagón que llevó a la humanidad a matar para sobrevivir. A la Casa de la Hermandad Sagrada llegan mujeres errantes huyendo de ese mundo y lo que se encuentran puede que no sea lo que ellos consideran. Un lugar religioso lleno de amor y comprensión.

Existe un Él, una Hermana Superior, unas Iluminadas, unas Diáfanas de espíritu, Auras Plenas, unas siervas y las indignas. Una de ellas es la narradora. El lenguaje poético que emplea transforma los días horribles en lluvia de sensaciones.

“Estas palabras contienen mi pulso. Mi respiración”.

Hay una dosis constante de crueldad en la casa que llegamos a normalizarla y pensar, así como lo consideran ellas, que lo peor sucede afuera. Estas mujeres prefieren estar allí, dando ofrendas con sus cuerpos, con el dolor y la sangre que sale de ellos, se mutilan y se sacrifican para ser elegidas como iluminadas por dos seres que hasta el final comprendemos su propósito y que utilizan la fe como herramienta de adoctrinamiento.

“Sin fe, no hay amparo”.

Hay varias líneas narrativas que se van descubriendo con la lectura. Hay una evolución en la memoria, en la escritura y en el mundo que se abre para una de las indignas. Su pasado se devela a la misma velocidad en la que escribe. La narración en primera persona y en forma de diario brinda al lector la sensación de estar al borde del abismo. La expectativa de lo que ella nos contará la próxima vez que escriba hace que no nos separemos del libro.

“Intento capturar ese presente, ese ahora, que se difumina con cada palabra trazada, con este lenguaje insuficiente”.

El presente se vuelve novedoso con la aparición de una errante. Entonces, se encuentra el pasado y el presente y nace en la narradora una expectativa en el futuro. Cuando esto ocurre, las Iluminadas, las Diáfanas de Espíritu y todas las atrocidades que ocurren en la Casa de la Hermandad Sagrada pasan a estar en un segundo plano.

“En mis pulmones anidaba su desaparición gradual de este mundo. Podía oler el deterioro y la soledad”.

Cuando todo ha sido destruido y adentro todos son enemigos, nos preguntamos ¿Qué es en realidad lo que nos mueve? ¿El amor, la verdad o simplemente la naturaleza de sobrevivir?



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