Prolongar la vida o justificar su
lucha ¿Qué necesidad?
Cuando Pablo Cuartas decidió
traducir los cuentos del libro publicado por Yarumo Libros, Suicidas y otros
cuentos sobre el suicidio, lo hizo porque estaba buscando respuestas.
Surgen muchos interrogantes alrededor de la muerte decidida, pues está dentro
de la naturaleza del hombre, la supervivencia. ¿Quién asegura que esto, lo que
vivimos en el aquí y en el ahora o lo que ya caminamos va a ser peor o mejor
que lo que viene después de la muerte? El instinto de supervivencia o la propia
naturaleza de los hombres provoca que consideremos que permanecer aquí es el
camino correcto, hacemos cuanto podemos por prolongar la vida. Sin embargo, no
lo ven así todos aquellos que toman la decisión de finalizar con ella.
El escritor francés, Guy de
Maupassant con un estilo realista y gran capacidad para retratar la vida
cotidiana y las emociones humanas muestra en estos siete cuentos escritos entre
1882 y 1889, las formas o motivos por los que una persona llega al punto de no continuar
justificando su vida.
Pablo Cuartas tradujo estos
cuentos buscando tal vez un entendimiento del fenómeno “compensando con las
posibilidades del texto, las imposibilidades de la vida” y se encontró con una
empresa que se encarga de matar limpia y dulcemente a la gente que desea morir, con el infortunio de un hombre y la crueldad
de su familia que lo conduce por el camino de su propio abandono, con la
nostalgia generada por la muerte después de entrar a una casa, con las
preguntas existenciales que se plantea un hombre que ha hecho lo mismo durante
cuarenta años, con la desdicha que deja un amor inconmensurable y la
irremediable traición, con aquel valiente lleno de fuerza e ímpetu que se enfrenta
a sus propios pensamientos y estos lo hacen tambalear y finalmente, con un
hombre que al envejecer reconoce la horrible miseria de las cosas y lo invade una
negra melancolía.
No sé si encontramos las respuestas a los interrogantes que deja la decisión de la muerte, tampoco si logramos entenderla, pero estos cuentos merecen ser leídos para ver la fuerza de quienes ya no tienen fuerza.
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