Un silencio espectral, una oscuridad absoluta, una pequeña luz en el centro de la escena y sonidos provocados por instrumentos musicales acompañaron la lectura dramática de esta novela del periodista, escritor y profesor Oscar Godoy. Lo primero que llegó a todos los que escuchamos atentamente su lectura, fue la imagen de una abuela, admirada y seguida por los ojos de sus hijos y nietos en medio de la oscuridad mientras sostiene una vela y cuenta lo que para ella fue el terror. Una figura mística. Esa imagen me transportó a mi infancia; al momento en el que escuchaba toda clase de historias para apaciguar el miedo que me daba la oscuridad. Vencer el miedo de la realidad con miedos de otros tiempos. De eso se trata Los Aparecidos.
Oscar escribió sobre lo que añoraba de su infancia, esas leyendas con las que crecimos en todos los rincones de Colombia y al hacerlo, entreteje una historia como las que pasan en la vida real, llena de violencia y terror. Los miedos son distintos, las razones y las causas son justificadas por unos y argumentadas por otros. Quien vive de cerca estas dos realidades, paradójicamente es un joven citadino que llega a un pueblo a ejercer en su primer trabajo y que cree solo en los hechos, en la ciencia, en lo demostrable. Piensa en el futuro, en el amor romántico que ya no fue, en su padre. Desea que el tiempo pase y lleguen nuevas oportunidades. Se resigna mientras tanto. Es resiliente y obstinado.
Aquellas historias que contaban y aterrorizaban a nuestros abuelos, regresan a esta época en la que existen otras preocupaciones. Esas imágenes se vuelven recurrentes y no nos sueltan. Hay elementos en esta novela que hacen que el lector se identifique con cualquiera de ellos. Es el retrato de un país marcado para bien y para mal. Es la imagen de lo que somos y no podemos negar.
Una novela en la que se aprende de todo: de técnica, historia, descripción, narración y personajes. La pentafonia narrativa en su máximo esplendor y como no, si Oscar Godoy es uno de los profesores del Taller de Escritores de la Universidad Central. Tiene una basta trayectoria en la narrativa contemporánea que hace que cada vez nos sorprenda con cada obra diferente que publica. El ha escrito cuentos y novelas como Duelo de miradas (2000), El arreglo (2008), Once días de noviembre (2015) y la ganadora del Premio Ñ-Ciudad de Buenos Aires, Te acuerdas del mar (2020). Los Aparecidos es la última publica por Alfaguara. Es una joya de la literatura colombiana.
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