lunes, 30 de septiembre de 2024

Carcoma de Layla Martínez: el terror de la historia familiar

 

¿Alguna vez han sentido que un lugar está dentro de ustedes o que no se pueden desprender de el por más que quieran?

Imagínense entonces estar toda la vida en una casa con una persona que no entiendes y no poder salir de allí. Estar mas o menos en una cárcel de puertas abiertas, de la que puedas salir y entrar cuando quieras, pero por más que intentes alejarte siempre regresas y sabes que tu destino es quedarte allí adentro, como tantos otros. Te quedas porque existe una fuerza que hala y de la cual no vas a poder alejarte, porque la casa misma es una trampa. Hasta que aceptas tu destino, porque no puedes hacer nada más, porque todo tiene un precio y siempre hay que pagarlo.

Esto pasa en Carcoma. Una novela de terror escrita por Layla Martínez y publicada en 2021. Tiene diez capítulos en los que se alterna la narración en primera persona de la abuela y la nieta. Cada una con su propia voz nos van contando la interacción que tienen con la casa que habitan, una casa que, aunque no tiene una voz como estas dos mujeres es el personaje principal. A través de ellas vamos entendiendo la forma de actuar y lo que las precede. Nos hablan desde lo que han pagado, la carga que llevan como mujeres en un pueblo aislado de España en el que permanece la violencia y hay un marcado clasismo.

Un hecho principal rodea toda la narración, pero no se descubre sino hasta el final. La vieja se encarga de mostrarnos el pasado, habla de su padre y madre, de la construcción de la casa y de aquello que tienen que pagar. De la posibilidad de ver las sombras, las almas y de su dialogo con los santitos. La chica en cambio habla del futuro y en lo que ha sucedido en un presente casi inmediato.

En esta novela, la autora tiene la capacidad de mostrar lo sobrenatural, los espíritus, las sombras, las almas y los santos de una manera tal que se van convirtiendo en parte de nosotros, así como hacen parte de la casa, son la casa misma. Nos reconocemos allí. Nos vemos a nosotros y a nuestras familias y es así como el terror se convierte en una historia que conocemos de primera mano: la historia familiar.





domingo, 15 de septiembre de 2024

El nombre del mundo es bosque de Ursula K. Le Guin

 

¿Alguna vez se han preguntado si los sueños que tienen en las noches cuando duermen, son reales? Si ese mundo que a veces se les aparece loco, raro y fuera de las normas convencionales de esta vida, ¿también existe?

Ursula K. Le Guin publicó por primera vez en 1972 El nombre del mundo es bosque, una novela corta de ciencia ficción, en donde crea un mundo distópico en el que un planeta llamado Athshe es colonizado por militares procedentes de la tierra. El objetivo principal de esta colonia de hombres que una vez instalados investigan las condiciones del planeta, es la tala de árboles del bosque. Sin embargo, Athshe no es un planeta deshabitado, la vida generada a partir de lo árboles sirve de hogar a los athshianos o crichis como los llaman los hombres.

La novela está narrada en tercera persona y tiene ocho capítulos. Lo primero que cuenta el narrador, es un capitán llamado Davison y su vida en un campamento. Esa primera mirada nos muestra la posición que tienen los hombres en aquel planeta, la soberbia y la sensación de sentirse dueños de todo es evidente. Así pues, no se hace extraño la construcción de casas y la creación de aldeas o campamentos a través del uso de “Mano de obra voluntaria” con los habitantes de Atshe. La autora nos ubica en esa realidad que no parece tan extraña para el lector. No se puede esperar nada menos del hombre.

Sin embargo, aparece un crichi o un athshiano: Selver, el soñador. El nos conecta con lo esencial y en seguida, comprendemos la otra visión. La de los sometidos. La de quienes se les arranca todo de una sola mano, como si nada mas importara. Selver se convertirá en el protagonista, en aquel viajero que comprende las reglas del tiempo-sueño y el tiempo-mundo. Le arrebataron a su mujer pero le dieron los conocimientos para entender la forma en el que actuaban los hombres. Encontró a un amigo.

Davison y Selver liderarán una batalla. Cada uno con el poder que se les ha concedido. No se trata del bien o del mal. Se trata de lo esencial, de lo que nos mueve. Para los humanos es el poder, para los crichis la capacidad de soñar. Para los athshianos los sueños hacen parte de la vida, son reales.

El nombre del mundo es bosque no es solo ciencia ficción, muestra lo que somos, lo que no se ve, pero es evidente. Va más allá del ser humano, pero se concentra en la humanidad, en el sentido más profundo de lo que ello significa. Es una ventana para vernos como seres que pertenecemos a un mundo y las reglas que nos rigen.




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