martes, 19 de julio de 2022

No estás roto. Corazón.

Yo no tengo el Corazón roto, nadie lo ha tomado en su mano y lo ha deshecho, soy yo la que ha permitido que se abra de par en par para dar lo que tiene por dentro y cuando no recibe, se cierra. Este Corazón es duro como un roble, pero tan suave por dentro como un champiñón, igual de solo también. Nadie ha entrado totalmente a sentir la textura esponjosa y tierna que tiene. La puerta a veces se entreabre para permitirse un poco de aire y una especie de viento fresco y cálido apenas se asoma. Pero no tarda mucho en enfriarse y se vuelve frío y congela lo que hay adentro, entonces vuelve y se cierra. 

Esa puerta, a veces no quiere abrirse, se rehúsa a tener otra desilusión. A veces, el sol llega e ilumina con gran fuerza el Corazón que ahora ya es más grande y fuerte. Más viejo también. Ya no se arruga y no llora por falsas ilusiones. Sabe con certeza que este es su destino. 

Con el tiempo, Corazón se vuelve rígido y la puerta no se abre más y champiñón se seca por dentro, ya no es terso, se deshidrata de tanto silencio y soledad y líneas profundas se esparcen por todo su cuerpo. 

Ya no hay puertas que se abren, ni viento, ni sol que entre. No hay ahora, ni más tarde, suaves dedos que acarician lo que llevas por dentro. 

No estás roto. Corazón. 


lunes, 4 de julio de 2022

Ser

 Soy escritora. Me repito esto todos los días de mi vida, pero debería repetirlo y serlo también. Soy escritora cuando escribo, cuando mis dedos recorren el teclado y siento que lo que mi mente tiene envuelto en nudos se desenvuelve y se convierte en párrafos y oraciones. No soy más que una escritora novata que tiene miedo de decir lo que quiero y lo que piensa, también tiene miedo de ser juzgada y que le digan que no es buena, que lo escribe no merece la pena y ¿si lo dicen qué? ¿Qué te va a pasar Lina?

No te va a pasar nada, porque tu seguirás teniendo tus manos y tu mente para escribir y si no las tuvieras, te aseguro que encontrarás la manera de escribir y decir lo que sientes y pienses, no te de miedo de ser lo que tú eres, no tengas miedo de mostrarte como eres, porque tú puedes hacer esto y más. Te lo debes, se lo debes también a tu madre que siempre quiso verte feliz. Se lo debes a tus hijos que te aman y te extrañan y que son especialmente felices contigo porque eres una buena madre que lo da todo por ellos, se lo debes a tus hermanos que siempre han confiado en todo lo que haces, se lo debes a tu padre que te ha dejado ser libre y te ha dado todo el derecho. Se lo debes a tus amigos que creen en ti y que te impulsan cada día a escribir. Sobre todo, te lo debes a ti. A ti, que te acuestas cada día soñando con terminar tus cuentos y con dedicarte a esto. Se lo debes a esa niña de 10 años que escribía sus cartas y sus cuentos, a aquella mujer que encontró en la escritura de 90 páginas una forma de liberarse, se lo debes a la Lina del 2021 que a pesar de todo lo que se le venía encima tomó la decisión más importante de su vida, esa Lina que tenía miedo y muchos sueños, la que no podía dormir y la que se sentía desesperadamente sola y abandonada, ella que se levantaba cada día con la frente en alto y sin ninguna intención de mirar atrás. Ella se merece que tú, hoy te sientes a escribir y demostrar que, para ti, no hay otra forma de ser feliz y libre.  

Se libre Lina, libérate de ese miedo y ese bloqueo, escribe todo so que tienes en tu mente, no deseches ninguna idea, todas pueden ser una fuente potencial de historias y cuentos. Anda Lina, se una escritora de cuentos, se la mejor escritora de cuentos, se una Alice Munro, una Lucía Berlín, una Clarice Lispector, pero también se una Jorge Luis Borges o un Julio Ramon Ribeyro o un Ricardo Piglia, tal vez tengas suerte y llegues a ser una Virginia Woolf o lo mejor, se una Lina Lozano Lesmes, eso es lo que mereces.

 


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