jueves, 12 de mayo de 2016

Días de esperanza!

Hay días de días. Momentos en los que todo está tranquilamente pertubardor, luego escuchas una canción, ves una fotografía antigua, lees una carta, sientes un poema y de repente todo se vuelve un mar de emociones, sensaciones y sentimientos, creo que a todos nos pasa, yo no dejo de emocionarme nunca con un buen vallenato, con poemas de Neruda o  Elvira Sastre, fotos de mi mamá o al recordar a los buenos amigos, aquellos que se van pero que dejan algo para recordarlos por siempre. La vida es así, los seres humanos somos así y esas emociones dan esperanza, dan un impulso, recargan la vida, ayudan a volver a vivir y es allí, cuando estas en el éxtasis total de la existencia, donde sueñas en tener una vida llena de vida o por lo menos añoras tener una vida que nos haga felices y que cuando el barco regrese por nosotros  podamos embarcarnos con la tranquilidad de haber vivido lo que quisimos y como quisimos. Hay que ser felices siendo nosotros mismos, si tu no eres lo que soñaste o no eres feliz siendo lo que eres, detente, piensa y cambia algo por mínimo que sea, por lo menos estarás intentando regresar al camino que un día te trazaste. 

Por lo pronto, escucha tu canción favorita, lee aquel libro que te enamoró o recuerda a aquella persona que te hizo muy feliz, cierra los ojos y déjate llevar, yo por lo menos seguiré intentándolo¡

Saludos.


lunes, 28 de marzo de 2016

Ser lo que uno quiere.

Estoy en mi oficina, supuestamente trabajando. En realidad estoy pensando y si bien es cierto me pagan para hacer cosas, también me pagan por lo que pienso y lo que puedo hacer con mis capacidades mentales. Pero estaría bien, si pensara en mi trabajo. Estoy pensando en mí y en el trabajo que quisiera, yo he sido siempre indecisa con las cosas, pero siempre quiero algo importante y eso no cambia. Cuando estaba en el colegio quería ser abogada, medico, ingeniera, militar y profesora.  Después cuando no pude ser ni medico ni ingeniera empecé a ser enfermera.  Mientras me formaba como enfermera soñaba con ser matemática o escritora.  En ese amor por los números y las formulas decidí ser epidemióloga. Ahora soy epidemióloga, juego y sueño a ser escritora. Escritora,  más que todo lo que pueda imaginar. Le tengo un amor a las historias, a los cuentos, a la poesía, a la decepción,  a la tristeza  y otra vez a las historias. 
Y ese amor por contar cosas siempre lo he tenido. Me acuerdo que escribía  en el periódico del colegio después de que mi profesora de literatura  decidió publicar una fabula que yo inventé sobre una mariposita que quería volar más alto que las demás. En realidad, ahora que lo pienso no me acuerdo más sobre esa fabula. Me di cuenta que podía inventar cosas y luego me enamoré de la literatura, me fascinaba entrar a la pequeña biblioteca a buscar libros para poder refugiarme en sus historias.   Ya en la universidad y en la nostalgia que sentía por mi pueblo leía y leía a Gabriel García Márquez, me enamoré de un hombre real cuando leí  El amor en los tiempos del cólera, e idealicé a ese novio que tenía, sólo por hacer que esa historia de García Márquez fuera realidad.  También en la universidad escribí y fundamos una revista, pero no era literaria, que más hubiera querido yo.  Entré al mundo de las publicaciones científicas, siempre he pensado que debo escribir así sean artículos “científicos”, sin embargo no quiero ser como aquellos investigadores, que investigan solo por publicar. Yo quiero que me lean, cosas que siento y cosas que pienso, así como cosas que me invento. 
Hoy a través de la ventana y después de destaparme una vez en la clase de investigación cuando una amiga me dijo “nunca pensé que fueras capaz de decirlo en  frente de todos” lo digo, quiero ser escritora, no importa si varios de los escritores que yo leo, piensen en haber tenido otro oficio, yo lo tengo y quiero ser mas que nada o mas que todo, Escritora. Y tú que quieres ser?






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